En el ámbito de la sociedad y la comunidad, es común escuchar los términos «integración» e «inclusión» como formas de promover la participación y la igualdad de oportunidades para todos los individuos. Sin embargo, aunque estos términos pueden parecer similares, tienen significados y enfoques diferentes. En este artículo, exploraremos la diferencia entre integración e inclusión y cómo cada uno de ellos aborda la participación social de manera única.
Concepto de inclusión social
La inclusión social se refiere a la garantía de oportunidades y recursos para que todos los miembros de la sociedad puedan participar plenamente, independientemente de sus características o diferencias individuales. En lugar de excluir a ciertos grupos o individuos, la inclusión busca transformar el entorno para incluir a las personas en situación de vulnerabilidad.
Garantía de oportunidades para todos
La inclusión social se basa en la idea de que todas las personas tienen derecho a participar en la sociedad y disfrutar de los mismos derechos y oportunidades. Esto implica eliminar las barreras que impiden la participación plena de ciertos grupos, como las personas con discapacidad, las minorías étnicas o las personas de bajos ingresos.
La inclusión social busca garantizar que todos los individuos tengan acceso a la educación, el empleo, la vivienda y los servicios básicos, sin importar su origen, género, orientación sexual o capacidades. Esto implica la creación de políticas y programas que promuevan la igualdad de oportunidades y la no discriminación.
Transformación del entorno
La inclusión social implica un cambio en la forma en que se estructura y se organiza la sociedad. En lugar de esperar que las personas se adapten al modelo de sociedad ya existente, la inclusión busca transformar el entorno para que sea accesible y acogedor para todos.
Esto implica la eliminación de barreras físicas, como la construcción de rampas para personas con discapacidad, la adaptación de los espacios públicos para que sean accesibles para todos, y la promoción de la diversidad y la inclusión en todos los ámbitos de la sociedad.
Valoración y respeto de las diferencias
La inclusión social también implica valorar y respetar las diferencias individuales. Reconoce que cada persona es única y tiene sus propias características y necesidades. En lugar de tratar a todos por igual, la inclusión busca adaptarse a las necesidades individuales y ofrecer apoyo y recursos adecuados.
Esto implica promover la diversidad y la igualdad de oportunidades para todos, independientemente de su origen étnico, género, orientación sexual, religión o discapacidad. La inclusión social busca crear un entorno en el que todas las personas se sientan valoradas y respetadas por quienes son.
Concepto de integración social
Por otro lado, el concepto de integración social se refiere a un enfoque más antiguo y predominante hasta los años 80 del siglo pasado. La integración social implicaba que las personas en situación de vulnerabilidad se adaptaran al modelo de sociedad ya existente.
Antiguo enfoque predominante
La integración social se basaba en la idea de que las personas en situación de vulnerabilidad debían asimilarse a la sociedad dominante y adoptar sus normas y valores. Esto implicaba que las personas con discapacidad, por ejemplo, debían adaptarse a las normas y expectativas de las personas sin discapacidad.
Este enfoque a menudo llevaba a la exclusión y la discriminación, ya que las personas en situación de vulnerabilidad se veían obligadas a ocultar o negar su identidad y sus necesidades para ser aceptadas por la sociedad. Esto generaba desigualdad y limitaba las oportunidades de participación plena.
Adaptación al modelo existente
La integración social también implicaba que las personas en situación de vulnerabilidad debían adaptarse al modelo de sociedad ya existente. Esto significaba que debían cumplir con ciertos requisitos o normas para ser considerados parte de la sociedad.
Por ejemplo, las personas con discapacidad debían demostrar que podían «integrarse» en la sociedad al cumplir con ciertos estándares de comportamiento o habilidades. Esto a menudo llevaba a la exclusión y la discriminación, ya que las personas que no podían cumplir con estos estándares eran consideradas «diferentes» o «anormales».
La diferencia entre integración e inclusión radica en su enfoque y objetivo. Mientras que la integración social busca que las personas en situación de vulnerabilidad se adapten al modelo de sociedad ya existente, la inclusión social busca transformar el entorno para incluir a todos los individuos y valorar sus diferencias. La inclusión social garantiza oportunidades y recursos para todos, promueve la igualdad de oportunidades y respeta la diversidad.