Qué pasa en el cerebro cuando hacemos mindfulness: Efectos y beneficios

Cuando practicamos mindfulness, estamos entrenando nuestra mente para estar plenamente presentes en el momento presente, sin juzgar ni reaccionar ante los pensamientos y emociones que surgen. Esta práctica milenaria tiene numerosos beneficios para nuestra salud mental y emocional, pero ¿qué pasa en nuestro cerebro cuando hacemos mindfulness? En este artículo, exploraremos los efectos y beneficios que esta práctica tiene en nuestro cuerpo y en nuestro cerebro.

Efectos del mindfulness en el cuerpo

Reducción del cortisol y la presión arterial

El cortisol es una hormona del estrés que se libera en situaciones de tensión. Cuando practicamos mindfulness, se ha demostrado que los niveles de cortisol disminuyen significativamente. Esto significa que estamos reduciendo los niveles de estrés en nuestro cuerpo, lo que tiene un impacto positivo en nuestra salud en general.

Además, la práctica regular de mindfulness también ha demostrado reducir la presión arterial. Esto es especialmente beneficioso para las personas que sufren de hipertensión o enfermedades cardiovasculares.

Aumento del sistema inmunológico

Nuestro sistema inmunológico es responsable de protegernos contra enfermedades y mantenernos saludables. Cuando practicamos mindfulness, se ha observado un aumento en la actividad de las células que combaten las infecciones y los virus. Esto significa que estamos fortaleciendo nuestro sistema inmunológico y mejorando nuestra capacidad para combatir enfermedades.

Disminución de la rumiación y aumento de la capacidad de atención

La rumiación es el proceso de dar vueltas a los mismos pensamientos una y otra vez, lo que puede llevar a la ansiedad y la depresión. Cuando practicamos mindfulness, aprendemos a observar nuestros pensamientos sin juzgarlos ni engancharnos en ellos. Esto nos ayuda a romper el ciclo de la rumiación y a tener una mayor claridad mental.

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Además, la práctica regular de mindfulness también ha demostrado aumentar nuestra capacidad de atención y concentración. Esto es especialmente beneficioso en un mundo lleno de distracciones constantes, ya que nos permite enfocarnos en la tarea que tenemos entre manos y ser más productivos.

Reducción de la reactividad emocional y mejora de la resiliencia

La práctica de mindfulness nos ayuda a desarrollar una mayor conciencia de nuestras emociones y a responder de manera más consciente en lugar de reaccionar automáticamente. Esto significa que somos menos propensos a dejarnos llevar por las emociones negativas y más capaces de manejar situaciones difíciles con calma y claridad.

Además, la práctica regular de mindfulness también ha demostrado mejorar nuestra resiliencia, es decir, nuestra capacidad para hacer frente a los desafíos y recuperarnos de las adversidades. Esto nos ayuda a mantenernos fuertes y positivos incluso en momentos difíciles.

Cambios físicos en el cerebro por mindfulness

Modificación de estructuras físicas del cerebro

La práctica regular de mindfulness ha demostrado tener efectos físicos en el cerebro. Se ha observado un aumento en la densidad de materia gris en áreas del cerebro relacionadas con la memoria, la atención y la empatía. Esto significa que estamos fortaleciendo y desarrollando estas áreas del cerebro a través de la práctica de mindfulness.

Reducción de la actividad en la amígdala, relacionada con el estrés

La amígdala es una parte del cerebro que desempeña un papel importante en la respuesta al estrés y las emociones negativas. Cuando practicamos mindfulness, se ha observado una reducción en la actividad de la amígdala, lo que significa que estamos disminuyendo nuestra reactividad al estrés y las emociones negativas.

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Aumento del funcionamiento de la corteza prefrontal, relacionada con la empatía y la toma de decisiones

La corteza prefrontal es la parte del cerebro responsable de la toma de decisiones, la empatía y la regulación emocional. Cuando practicamos mindfulness, se ha observado un aumento en la actividad de la corteza prefrontal, lo que significa que estamos fortaleciendo estas habilidades y mejorando nuestra capacidad para tomar decisiones conscientes y empáticas.

Cuando practicamos mindfulness, estamos entrenando nuestro cerebro para ser más consciente, resiliente y empático. Los efectos y beneficios de esta práctica son numerosos, desde la reducción del estrés y la mejora de la salud física, hasta el fortalecimiento de áreas clave del cerebro relacionadas con la atención y la toma de decisiones. Así que, ¿por qué no empezar a practicar mindfulness hoy mismo y experimentar todos estos beneficios por ti mismo?

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